Fragmento de la carta de Epicuro a Meceno

[…] necesitamos el placer cuando nos es doloroso no tenerlo pero cuando no nos resulta dolorosa su ausencia ya no lo necesitamos. Por eso decimos que el placer es el principio y el fin del vivir felizmente: éste es el bien primero y principal: de él provienen toda elección y rechazo y consideramos bienes, por regla general, a los que no producen perturbaciones. También por ser el placer el bien primero y principal no elegimos todos los goces, antes bien, dejamos de lado muchos cuando de ellos se han de seguir dolores y llegamos a preferir ciertos dolores cuando de ellos se ha de seguir un placer mayor. Todo deleite es un bien en la medida en que tiene por compañera a la naturaleza, pero no se ha de elegir cualquier goce. También todo dolor es un mal pero no siempre se ha de huir de todos los dolores. Debemos pues, discernir tales cosas, y juzgarlas con respecto a su conveniencia o inconveniencia. [...]

El autor de este fragmento de carta que tiene como destinatario a Meceneo, es Epicuro, y el tema que trata es el placer y el dolor, de los cuales hablaremos a continuación.

Fue escrita en el siglo III a.C., durante la época helenista, periodo histórico griego que tuvo una gran inestabilidad política y social que se desarrolló desde la muerte de Alejandro Magno (323 a.C. hasta el fin de la república romana (31 a.C.)

Pertenece a la corriente ética del hedonismo (palabra que proviene de hedonista, en latín “hedoné” que significa placer) que está basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor.

El texto tiene como ideas fundamentales el placer y el dolor. Como afirma este, el placer es lo primordial y necesario para vivir feliz, pero muchas veces dejamos cosas que nos gustan solo porque nos puedan producir causar mal, pero no siempre va a ser así, ya que hay situaciones en que no dejamos de lado al dolor, solo porque nos porque nos puedan llegar a producir el máximo placer.

Otras de las ideas tratadas en el fragmento, es la felicidad, que consistía en llegar a un estado de placer duradero. Para ello, Epicuro usó ataraxia, es una palabra que se define como un largo período de tranquilidad, basado en el placer.
Como decía Epicuro “no es más feliz el que más tiene, sino el que menos lo necesita.