El periodo histórico que abarca la vida de Descartes (S.VIII) está considerado como una época de cambios históricos y sociales profundos, pues continua produciéndose y consolidándose toda una serie de cambios sociales y políticos que ya se iniciaron en el Renacimiento y que estaban poniendo en crisis todo el viejo orden feudal. De todos estos acontecimientos históricos podemos señalar dos que consideramos dejaron huella en la personalidad de Descartes y en la propia filosofía cartesiana: nos referimos a las guerras de religión europeas y a la condena de Galileo.
En cuanto a la guerra religiosa podemos señalar que con la Reforma Protestante de Lutero, que desembocó la ruptura de la unidad religiosa del cristianismo y la subsiguiente Contrarreforma que llevó a cabo la Iglesia católica, se inició un gran crisis en el seno del cristianismo que desencadenó en diferentes conflictos religiosos entre protestantes y católicos en gran parte de los estados europeos. Como las diferencias religiosas se aprovecharon para enmascarar los intereses políticos y el afán expansionista de determinados países, estos conflictos acabaron derivando en fuertes enfrentamientos entre los diversos países europeos, al igual que en la Guerra de los Treinta Años, en la que participó Descartes, primero en el bando protestante y después en el bando católico. Quizá la actitud de Descartes en este conflicto, combatiendo en los dos bandos contrarios, refleja esa actitud de duda y de crisis que acabó con la unidad del cristianismo y que instauró un nuevo marco político-religioso en Europa.
Sabemos que Descartes conoció casi por azar, la condena que sufrió Galileo (1633), por parte de la Santa Inquisición, por el hecho de sostener la tesis que afirmaba el movimiento de la Tierra. El conocimiento de esa condena le llevó a publicar su obra Tratado del mundo y de la luz en la que exponía toda su física, toda su teoría del mundo desde una concepción mecanicista y en la que defendía la tesis galileana. Descartes tiene miedo de enfrentarse a la Iglesia, no sabemos si por una mera cuestión de evitar recibir una condena similar, o si por mantenerse fiel a sus creencias religiosas. Pero, lo que si apreciamos a lo largo de toda la obra de Descartes, y lo hemos podido comprobar con la lectura del Discurso del Método, es la cautela y la prudencia con la que procede en aquellos temas que tienen connotaciones religiosas o políticas.
Aquí os dejamos un video sobre la vida de Descartes
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